La rinoplastia es una intervención quirúrgica a la que se recurre para alterar la forma de la nariz. Además de por motivos estéticos, las personas recurren a esta técnica para corregir distintos problemas vinculados al aparato respiratorio. A través de la rinoplastia se puede modificar tanto el hueso como el cartílago que conforman la nariz, amén de la piel que los recubre. En función del caso de cada paciente, y de acuerdo con este, el cirujano indicará uno de los tipos de rinoplastia u otro.
En la decisión final sobre la rinoplastia que se efectuará, el especialista en operaciones de nariz también tendrá en cuenta aspectos como los rasgos faciales, la piel del paciente y los resultados que este aspira a conseguir, tanto si son estéticos o médicos. Si bien la inmensa mayoría de las personas que acuden a las clínicas medico estéticas para operarse la nariz lo hacen para retocar el caballete, lo cierto es que existen varios tipos de rinoplastia.
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Tipos de rinoplastia
Dependiendo de las características de cada individuo y de las deficiencias o modificaciones que amerite su nariz. Así como de la técnica que emplee el cirujano para efectuar la operación y de la naturaleza de las razones que motivan la intervención. Podemos clasificar al menos seis tipos de rinoplastia con los que se persigue armonizar el rostro y mejorar la proyección facial del individuo.
Cerrada
Es aquella en la que el cirujano efectúa las incisiones por dentro de la nariz a través de los orificios nasales. Es la más habitual.
Abierta
Consiste en retirar la piel y el resto de tejidos para poder conseguir el resultado buscado por el paciente. Este tipo de operación de nariz se suele llevar a cabo en aquellos pacientes que requieren retocar o corregir la punta.
Estética
Es aquella que tiene objetivos estéticos. Es habitual que se recurra a ella cuando la persona tiene el tabique desviado, un tabique muy largo o una forma que no responde a los cánones de belleza actuales.
Funcional
Este tipo tiene objetivos funcionales para mejorar la salud del paciente. Es habitual que se recurra a ella cuando no se puede respirar con normalidad.
Rinoplastia de disminución
Se trata de aquella que persigue la reducción del tamaño de la nariz. Es habitual que recurran a ella las personas que tienen un tabique lago, unas aletas grandes o una nariz con unas proporciones superiores al resto de su cara.
Rinoplastia de aumento
Tiene como fin aumentar el tamaño de la nariz. Es habitual que recurran a ella las personas que tienen un tabique corto, unas alas pequeñas o una nariz con unas proporciones inferiores a las del resto de su cara. Además de quienes quieren aumentar el tamaño de su nariz, también se sirven de ella aquellas personas a las que se les ha descolgado la punta.
En todas ellas, los primeros días de postoperatorio suelen provocar un aumento en la cara, viéndose hinchada y con hematomas que no se deben tener en consideración y que irán menguando de forma autónoma conforme vayan pasando los días. Será en una o dos semanas cuando todos y cada uno de los síntomas postoperatorios desaparezcan. No obstante, es posible que la sensación de hinchazón en la punta de la nariz se prolongue durante algún mes. Cabe señalar que los resultados finales no se apreciarán en su totalidad hasta prácticamente un año después de la intervención.
¿Cuándo se necesita una rinoplastia?
Toda persona que haya completado su desarrollo y que se sienta insatisfecha con el tamaño o forma de su nariz. O que tenga problemas de respiración debido a la estructura interna de este órgano. Puede ser candidata a una rinoplastia. En el primer caso, la imagen y la autoestima del sujeto suele verse mermada por una asimetría o por la desviación del tabique nasal. Mientras que, en el segundo caso, bien sea por una sinusitis, una infección o una rinitis, empieza entrar en juego la salud del sujeto.
En tal sentido, siempre y cuando se tengan expectativas realistas. Corregir la estructura ósea de la nariz suele reportar múltiples beneficios para el paciente. Beneficios que tendrán una amplia repercusión en su calidad de vida. Básicamente porque en términos estéticos el afectado podrá sentirse mejor con su apariencia y dejar de lado los complejos. Y al mismo tiempo, le dirá adiós a las molestias ocasionadas por una lesión o formación anormal en la zona.
Por ello, lo más frecuente es que la rinoplastia funcional y la rinoplastia se realicen de manera conjunta. A fin de darle solución a dos alteraciones en una misma intervención.
¿Cómo se realiza una rinoplastia?
La cirugía de nariz, por lo general, es un procedimiento ambulatorio que se lleva a cabo mediante anestesia local o anestesia general. Es decir, que se puede realizar con el paciente completamente dormido o parcialmente sedado para evitar que sienta dolor. Aunque en la mayoría de los casos los especialistas se decantan por dormir totalmente al sujeto para que tengan una transición más llevadera y para que los médicos trabajen con más tranquilidad.
En ese orden y en función de la corrección que se demande. Existen dos formas esenciales de efectuar esta operación. La primera se enmarca dentro de la rinoplastia cerrada y se coordina desde el interior de la nariz a través de las fosas nasales. Y el segundo método, también conocido como rinoplastia abierta, se realiza mediante pequeñas incisiones externas en la base de la nariz. En ambos casos el cirujano es capaz de cortar y modelar los huesos.
Por ello, dependiendo de la anomalía o del defecto que presente un hombre o una mujer en este aspecto. El médico optará por modificar la joroba del hueso de la nariz, por estrechar las fosas nasales o por agregar un injerto para remodelar la punta y el puente de la pirámide nasal. Para finalmente coser y colocar un taponamiento nasal para contener la sangre y prevenir hematomas.
¿Cómo prepararse para una cirugía de este tipo?
Lo primero que debes hacer para estar 100% preparada o preparado para una rinoplastia es participarle todas tus expectativas e inquietudes al cirujano que se encargará de la intervención. De esta manera conseguirás que el enfoque del doctor y tu visión estén completamente alineadas para garantizar resultados altamente satisfactorios.
No hay nada más relativo que la belleza y la perfección. Así que es fundamental que le comuniques de antemano al especialista cómo quieres verte. Sobre todo, en aras de que obtenga una mejor comprensión de tu perspectiva.
De igual forma, otros puntos que han de abordarse y que aumentarán las probabilidades de éxito de la cirugía previo a la programación de la intervención. Son los antecedentes médicos. Estos le permitirán al especialista tomar medidas preventivas para evitar cualquier complicación.
Además, le ayudará a evaluar que tan apto eres para un procedimiento de esta naturaleza. Debido a que algunas personas corren un mayor riesgo de experimentar hemorragias por tener ciertos trastornos sanguíneos de base. Tales como la hemofilia. Una condición que te impediría por adelantado ser un candidato idóneo para esta cirugía.
Aunado a ello, destaca el valor del examen físico, el cual le dará una mayor claridad al experto sobre los cambios que amerita tu nariz. Siempre en correspondencia y en armonía con las características faciales. Un paso que, a su vez, es sumamente importante para determinar cómo y en qué medida los ajustes afectarán la respiración del paciente.
Y, por supuesto, a fin de establecer una comparativa tangible, tras la operación. El médico le tomará fotos a la nariz del sujeto desde distintos ángulos. De resto, como ante cualquier otra operación se debe suspender el consumo de cigarrillos y de alcohol hasta un mes antes de la rinoplastia. En aras de evitar entorpecer el efecto de la anestesia y el proceso de cicatrización.
¿Cuánto tiempo tarda la recuperación?
Tras una cirugía de nariz, lo normal es que el rostro del paciente se encuentre algo hinchado y con moretones alrededor de los ojos. Sin embargo, los hematomas y la inflamación irán bajando con el paso de los días, específicamente a partir de los 4 o 5 días. Aunque, por lo general, la mejoría más notable en este sentido, empezará a apreciarse tras el paso de 2 o 3 semanas.
Durante los primeros 7 o 10 días la persona llevará una férula que le ayudará a inmovilizar los huesos de la nariz y a comprimir la piel. Un mecanismo que solo podrá ser retirado por el cirujano durante la primera revisión en consulta, tras 2 o 3 semanas de la operación. Después de eso la inflamación seguirá disminuyendo y desaparecerá por completo a los 6 meses o quizás un poco antes. Dependiendo del proceso de cicatrización de cada individuo.
De igual forma y con el objetivo de acelerar o favorecer la etapa de recuperación. Es fundamental que el paciente evite realizar actividades físicas extenuantes al menos durante las primeras cuatro semanas tras la operación. Y al mismo tiempo, se desaconseja tomar sol directamente sobre el rostro en el transcurso de esos días. Un buen reposo hará la diferencia a la hora de apreciar los resultados.
¿Cuál es el costo promedio de una rinoplastia en España?
La rinoplastia es la cuarta cirugía más demandada en España, solo por detrás del aumento de pecho, la blefaroplastia y la liposucción. De hecho, se estima que 1 de cada 100.000 españoles se ha sometido a esta operación que ronda entre las 18.000 y 22.000 cirugías al año. Una intervención quirúrgica que ya no es solo de interés para las mujeres, sino también para un creciente porcentaje de hombres.
Además, es una de las cirugías más complejas y delicadas que existen y esto se refleja en su costo. Así que dependiendo de la clínica que elijas para remodelar tu perfil o corregir la dirección del cartílago, bien sea por motivos estéticos o de salud. El precio de una rinoplastia en España oscila entre los 4.500 euros y los 6.000 euros. Aunque en función de la experiencia, de la trayectoria y de la técnica que emplee el doctor que la realice también podría ascender hasta los 10.000 euros.
En todo caso, recomendamos apostar por la preparación y por la actualización tecnológica, antes que por la economía. A fin de quedar satisfecho con la apariencia de órgano tan importante. Mooemclinic y Face Clinic, son excelentes espacios para conseguir los mejores resultados en este aspecto.
Es cierto que luego de una rinoplastia no se respira bien?
Hola Sofía
A lo largo de varias semanas, luego de la cirugía, respirar bien será dificultoso. Esto es debido a que las mucosas se encontrarán inflamadas. Una vez retirado los tapones, el aire circulará por las fosas nasales, pero rápidamente se generará una congestión similar a la de un catarro.
Saludos.