Cada vez son más las pacientes que se someten a una intervención de reducción de mamas, ya sea por razones estéticas o de salud, ya que el exceso de volumen mamario suele desencadenar problemas tanto a nivel físico como psicológico.
Beneficios de someterse a una reducción de pecho
Los beneficios que produce reducir las mamas desproporcionadas son varios. El primero está relacionado con el alivio del dolor crónico en la espalda y los espasmos musculares del cuello.
La reducción de pecho también sirve para corregir la postura al quitar el exceso de pecho, lo que resta peso al torso, la espalda, el cuello y los hombros.
Otra de las ventajas de someterse a una mamoplastia de reducción es la eliminación de la irritación en la zona del pliegue del pecho con el torso, además de la que provoca el uso de sujetadores extragrandes al rozar con el cuerpo.
Por último, a nivel físico, también puede reducir considerablemente los problemas respiratorios que produce un exceso de busto.
Todo esto tiene una consecuencia evidente a nivel estético produciéndose un mayor equilibrio una mayor proporción corporal proporcionando a las pacientes, lo que además de producir beneficios a nivel físico también los produce a nivel psicológico.
Y es que las pacientes que se someten a este procedimiento quirúrgico aumentan de manera considerable su autoestima, produciéndose también cambios en su actitud vital, tanto para con ellas mismas como con su entorno. Como se, los beneficios no son precisamente pocos.
Todo esto se puede conseguir a través de una operación en la que se extrae el exceso de tejido mamario y la piel a través de una pequeña incisión en la areola y finalizando en unas pocas horas.
El perfil de pacientes que se pueden someter a esta intervención son aquellas que no presentan problemas importantes de salud, son mayores de edad con cuerpos ya desarrollados, y poseen suficiente tejido mamario como para que este sea extraído antes de colocar el pecho y adaptarlo a la estructura corporal de la paciente.
Si bien los riesgos son mínimos, existe la posibilidad de que, si no se llevan a cabo los cuidados que indica el equipo médico que interviene a la paciente, esta sufra alguna infección, algo de sangrado o algún pequeño coágulo.
Es importante destacar que las operaciones de reducción de pecho están calificadas como sencillas, no reportan problemas, y tras las mismas, no dejan ninguna cicatriz visible.
Por último, cabe subrayar que es habitual que muchas pacientes que se sometan a una reducción mamaria escojan también igualar las mamas y/o colocarlas en el lugar deseado, respetando sus proporciones.
En cualquier caso, qué tipo de intervención, el tiempo de la misma y los detalles sobre cuál es el lugar idóneo para cada paciente o los detalles que se quieren limar aprovechando la entrada en quirófano son asuntos que se discuten con el equipo médico a partir de la primera visita y una vez se ha acordado que la interesada se va a someter a una mamoplastia de reducción.